sábado, 9 de enero de 2010

ALUBIAS NEGRAS CON SACRAMENTOS



Con el frio que está haciendo,apetece comer este tipo de cosas.Es una receta muy sencilla y que a mí me gusta mucho.Bueno,a mí y a mucha gente,que en esta época son muchas las cuadrillas que se juntan para comer una buena alubiada.Una de las mejores que he comido,ha sido en la venta de Otzaurte,un pequeño pueblo de Guipúzkoa,en donde las bordan.Pero a mí,también me salen ricas.
He utilizado:
-1 kilo de alubias negras (me gusta que sobre)
-1 cebolla
-1 zanahoria
-1 pimiento verde
-Una morcilla de verdura (a veces uso de arroz)
-Un trozo de costilla de cerdo
-Un rabo de cerdo
-Un trozo de tocino fresco
-Un chorizo de cocido
Primero puse las alubias en remojo la víspera.Antes de echarles el agua,las lavé,para poder utilizar luego el agua de remojo.
En una olla rápida,he puesto las alubias con el agua,la cebolla,el pimiento verde y la zanahoria,todo sin partir, y la sal.Lo ideal sería cocinarlas a fuego lento un par de horas,pero yo lo hago en la olla en media hora.
En otra cazuela aparte,he cocido los sacramentos.El chorizo,pinchado para que suelte bien la grasa,la morcilla,la costilla,el tocino y el rabo.Cuando estaba todo cocido,lo he añadido,bien escurrido,a las alubias y lo he dejado cocer,esta vez a fuego muy lento,durante unos 20 minutos.Cuando el caldo se ha espesado,lo he dejado reposar bien,para que coja todo el sabor.Cuanto más tiempo repose,mucho mejor.A mí me encanta comerlas al día siguiente.Para servirlas,se sacan los sacramentos por un lado y las alubias por otro,para que cada uno lo convine como quiera.A mí no me gusta,pero mi marido y mis hijos,las acompañan con guindillas.También están muy ricas si se le añade,a la hora de comer,berza previamente cocida.De cualquier forma,con este plato,no hay frío que nos asuste.

2010

A pesar de lo que algunos visionarios pensaban,estamos en 2010 y seguimos con nuestra rutina.Recuerdo las películas de ciencia ficción sobre el año 2000,que veía de pequeña.En ellas nos decían que en el siglo 21 la vida sería totalmente diferente.Nuestras ciudades serían una especie de acuartelamientos en los que todas las casas,totalmente robotizadas,serían iguales.Nosotros iríamos vestidos todos de la misma forma,con unos horribles buzos que,al verlos en blanco y negro,eran aún más feos.Nuestra vida estaría continuamente controlada,no podríamos salir nunca de nuestro recinto y nos alimentaríamos por medio de pastillas.A mí me horrorizaba pensar en un futuro así.Yo,que siempre he sido muy presumida y he odiado todo tipo de uniformes,no podía imaginarme enfundada en una cosa tan fea.Y lo que era peor,!siempre llevando la misma ropa!.Y lo de las pastillas me daba mucho asco.Con lo que me ha gustado siempre saborear la comida,sobre todo lo dulce.Y claro, hacía cuentas y veía que,si no me pasaba nada,lo más probable es que viviera en el año 2000.Un poco "vieja",eso sí,porque ya casi tendría 40 años.Pero suponía que a pesar de la edad,no me iban a gustar los cambios.Más de una noche la pasé en blanco imaginando cómo escapar de una vida así.Menos mal que las cosas no hen segido ese rumbo y,entre otras cosas,seguimos disfrutando del placer que supone tener libertad para vivir como queremos y como no,gozando con el arte de cocinar.
Espero que este año que hemos empezado sea,como mínimo,como el anterior,aunque puestos a pedir,quisiera que fuera mejor.Ahora a disfrutarlo y vivirlo segundo a segundo.Y a esperar que los Mayas,al igual que los guionistas de aquellas películas,se equivocaran y no sea verdad que nos quedan dos telediarios.Claro que,al paso que vamos,nosotros solitos nos vamos a destruir.Pero seamos optimistas y pensemos que todo va a ir mejor.

MIS CHALES DE GANCHILLO

Nunca he sido muy aficionada a las labores, pero desde hace un tiempo, les he cogido el gustillo. Hace un par de años,mi hija estaba en Chile estudiando y quería mandarle para su cumpleaños algo especial, hecho por mí. Así que me compré una revista,unas lanas, y me puse manos a la obra. Aquí está el resultado. Lo mejor de todo es que me enganché, y desde entonces, siempre tengo una labor entre manos. Algo que agradecen mi familia y amigas, porque me encanta regalar lo que hago.
Este chal sigue el mismo modelo del anterior,pero hay algo que lo hace especial.El hilo con el que lo hice era parte de una cortina que quité de mi vestidor.Como no me gusta tirar nada,la metí en una bolsa y la guardé,por si algún día me servía para algo.Y ya veis,siempre se puede buscar utilidad a las cosas.